martes, 15 de enero de 2013

Alimentación expansiva y contractiva


Hace unos días que no me apetece tanto escribir en el blog.
Escribo porque me apetece y sobre lo que me apetece. Cada 2 ó 3 días me apetecía escribir algo.
He llegado a la conclusión de que un pequeño cambio en la alimentación es lo que hace que no tenga tantas ganas de comunicarme. La ansiedad o aburrimiento que me producen las noticias hacían que fuera a por un helado al rato de haber cenado. Hace días que no tomo esos helados, entre otras cosas porque son unos helados en concreto y estos días no hay en el supermercado. Hay otros, pero ya que me meto un helado en el cuerpo, al menos que sea el que a mí me gusta.
 

Desde que he dejado de tomar esos helados, veo que no tengo tantas ganas de escribir y me ha venido a la mente un trocito de charla sobre alimentación expansiva   y contractiva que escuché en un centro que han puesto al lado de casa en el que se practican actividades tales como yoga, terapia cráneo sacral biodinámica, masaje deportivo, charlas sobre nutrición integral, actividades de acompañamiento emocional asistido con perros, flores de Bach, Prana shanti, cristaloterapia  y un largo etc….

Lo que escuché en la charla sobre comida expansiva y contractiva me pareció estupendo para perder el tiempo. Entre las muchas cosas que oí fue que el pescado era un alimento que se podía tomar, pero que no fuera de criadero, que fuera un pez pescado en aguas limpias, un pez que fuera libre y feliz, porque también te comes el stress de los peces del criadero. Tienes que comer peces que viven felices porque así te comes también su felicidad. (No sé yo si habrá peces libres y realizados para todos -se me ocurrió hacer ese comentario ya que se pretendía que no fuera una charla sino que hubiera participación- y enseguida la especialista dijo un poco contrariada que no desviáramos el tema.) Por cierto que también la comida debía estar cocinada por alguien feliz, porque también te comes el stress de la cocinera/o.

Quien quiera informarse sobre este tipo de alimentación hay páginas en internet, como:

http://conciencia20.pd2.iup.es/2010/12/14/el-ying-y-el-yang-en-la-mesa-somos-lo-que-comemos/

Sí es cierto que nuestra forma de comportarnos, no sólo el estar mal o bien alimentados, ni el estar más o menos gordos, ni mejor o peor nutridos… sino el tener más ganas de comunicarnos… creo que lo que comemos influye en nuestro carácter y en nuestro humor.

Y después de escribir esta última frase acabo de darme cuenta que estoy diciendo algo que sabemos todos y que lo hemos oído muchas veces.

6 comentarios:

  1. ¡Ja ja ja!
    Esta gente siempre me ha parecido estar mal de la perola.
    "Peces felices", "cocineros felices", "te comes el estrés o la felicidad".
    Como los antiguos, que se comían el corazón de los guerreros enemigos, convencidos de que les otorgaba valor y ferocidad en la batalla.
    Como chotas, chica, nunca se me ocurriría meterme entre ellos ni de lejos.

    Voy a freírme los cuatro filetes de gallo (pescado) que he comprado esta mañana en el mercado.
    Ignoro si el pez era feliz, pero yo lo seré porque me rugen las tripas ;D

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    1. Desde luego que es para reírse. No veas lo seria que lo decía.

      Estábamos poquísimos,la charla era gratuita, aunque según comentaron ese tipo de "cursos" suelen costar un dineral.
      Yo estuve escuchando porque había ido a preguntar otra cosa y estaba esperando a que llegara la persona que me iba a informar.

      No me acordaba de lo de los guerreros, creo que también hay tribus por ahí que se comen según qué partes de lo cazado porque consideran que "tiene una cierta energía".

      De todas formas a la chica que daba la charla le he visto yo conduciendo por la ciudad y no tiene ningún problema que le impida coger el urbano...
      ¡Le echan una tontería a la vida!

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  2. Jamas había escuchado esa tonteria, que ademas es inexacto. Nada mas estresante que vivir en mar abierto donde el pez gordo siempre acecha al pequeño.
    Lo que si es cierto que ciertas sustancias, llamese chocolate, cafe, tabaco o cocaina si estimulan la creatividad.

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    1. A mí también me parece una tontería y, además de que no creo que el stress se pueda materializar hasta el punto de comértelo, también tienes razón en que puede ser que en un criadero el pez esté menos estresado que en plena naturaleza.

      La cocaína no la he probado y a estas alturas de mi vida no creo que llegue a hacerlo. Lo cierto es que tampoco he tenido ocasión de consumirla. Los otros tres me traen a mal andar.

      De todas formas independientemente de las drogas blandas como el café o el tabaco, hay cosas como el azúcar que también influyen en el estado de ánimo.

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    2. Es cierto, cuando yo no tengo tabaco no "funciono", me quedo apática, leyendo, pero sin ganas de participar.
      No, de cocaina nada, y ni un porro siquiera. Nunca lo he probado ni pienso hacerlo. Y eso que oportunidades de porro las he tenido innumerables, por la gente que me rodeaba, pero siempre me negué.

      Es verdad que necesitamos algunos estimulos para funcionar, pero estos son tan variados, dependiendo de la persona y sus gustos y costumbres, que pueden ser unas simples patatas fritas, conque las charlas de los gurús son absurdas y carentes de lógica.
      Meros sacacuartos porque aunque las charlas sean gratuitas, sacan su buena pasta de subvenciones.

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    3. Estoy de acuerdo contigo. Cada persona conseguirá ponerse "a tono" con algo. Para algunos ese algo puede ser "no tomar nada entre horas".

      Este centro acaba de abrir hace relativamente poco y hace promociones para atraer a la gente. No creo que esas charlas estén subvencionadas, al menos ahí.
      Hay "charla" o "curso" gratuito sobre ese tema todas las semanas a esa hora. Cada semana hablan de unos alimentos, comentan el por qué nos apetecen y el efecto emocional que producen... (por ahí van los tiros).

      Lo que dice se basa en unas teorías que ella ha estudiado, se ha aprendido y parece que le convencen y las practica.

      A mí, de lo poco que escuché, hubo cosas que me parecieron totalmente absurdas, otras que aunque tenían algo de cierto, acababan pareciendo discutibles, porque tal y como comentas no todo el mundo funciona de la misma forma...También afirmaba eso ella, con lo cual...

      Un ejemplo, aunque me estoy alargando mucho:
      El azúcar nos evade de los problemas, por eso muchos niños se lanzan a tomar cosas dulces cuando hay problemas en su casa.
      La sal nos hace sentir que controlamos más, por eso muchos niños se lanzan a tomar cosas saladas (patatas fritas, aceitunas...) cuando hay problemas en su casa.

      En definitiva, cuando hay problemas en casa, hay niños que se lanzan a por el azúcar y otros a por lo salado.

      Por eso, entre otras cosas, me pareció una estupenda forma de perder el tiempo este tipo de charlas.

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